Las tecnologías de la información y la comunicación nacieron gracias al desarrollo de Internet. Son la aplicación de estos recursos al conocimiento y difusión del saber humano, de cualquier rama, ciencia o disciplina.
Cualquier persona hace uso de estas TIC y se han convertido en un aparato tan integrado en la sociedad que resulta complejo especificar qué es TIC y qué no lo es. El nacimiento de la red 2.0 integró a los propios internautas o usuarios como potenciales autores o editores de estas tecnologías. Esto tuvo efectos tanto negativos como positivos. Por el lado bueno todo el que quisiera podría compartir sus conocimientos; y por el lado malo lo mismo.
Esa nueva realidad llevó a intentar controlarse las paginas web, y a día de hoy se ha logrado un gran equilibrio. Pero las TIC no sirven solo a científicos y aficionados, tienen un importante componente social en tanto que llegan a cualquier persona que pueda conectarse a Internet.
En un caso como el que tenemos entre manos hacemos uso de la TIC para dar a conocer un objeto histórico, es decir aunamos una triple dimensión, las TIC, la arqueología y la historia. Somos capaces de utilizar las herramientas que ofrecen esas tecnologías, aplicando los métodos propios de nuestra ciencia para generar contenido original destinado primordialmente a la difusión.
En esencia las TIC son, para el uso masivo que estamos haciendo de ellas, un método de difusión colectivo. Se usan las herramientas de las que disponemos para generar recursos informativos y/o comunicativos a fin de llevar al gran público nuestro conocimiento.
Así a modo de conclusión y respondiendo a la pregunta que encabeza esta página afirmamos que las TIC dan la oportunidad al usuario que lee esta página de contribuir al conocimiento global. Internet es un cofre sin fondo, y es una responsabilidad llenarlo de grandes tesoros fruto de nuestro esfuerzo e inteligencia como ciudadanos del siglo XXI y herederos de toda esta tecnología y red informática.
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